“No harán caso ni aunque resucite un muerto”
La Anunciación es un acontecimiento que cambió la historia de la humanidad, se nos anuncia que Dios ha querido tomar nuestra carne con miras a restaurarnos y así abrirnos el cielo. Para ello envía a su mensajero, el Arcángel a una humilde hija del hombre, a María la llena de Gracia. No obstante la incredulidad y testarudez de nosotros niega y maquilla la entrada de Dios en el mundo; la Anunciación es un hecho que no tendría que presentar para nosotros dudas, no tendríamos que negarlo o maquillarlo, aseguramos que somos cristianos, pero en el momento que se nos presentan estos misterios con mucha facilidad creemos en teorías que rayando en la estupidez y el más de las veces en herejía negamos que Dios haya venido al mundo. He intitulado este relato hoy: “No harán caso ni aunque resucite un muerto”. Estamos próximos a celebrar los días Santos, celebraciones que marcan la centralidad de nuestra Fe. Proclamaremos que Jesús Dios encarnado ha Resucitado. Pero r...