“No harán caso ni aunque resucite un muerto”

La Anunciación es un acontecimiento que cambió la historia de la humanidad, se nos anuncia que Dios ha querido tomar nuestra carne con miras a restaurarnos y así abrirnos el cielo. Para ello envía a su mensajero, el Arcángel a una humilde hija del hombre, a María la llena de Gracia. 

No obstante la incredulidad y testarudez de nosotros niega y maquilla la entrada de Dios en el mundo;   la Anunciación es un hecho que no tendría que presentar para nosotros dudas, no tendríamos que negarlo o maquillarlo, aseguramos que somos cristianos, pero en el momento que se nos presentan estos misterios con mucha facilidad creemos en teorías que rayando en la estupidez y el más de las veces en herejía negamos que Dios haya venido al mundo. 

He intitulado este relato hoy: “No harán caso ni aunque resucite un muerto”. Estamos próximos a celebrar los días Santos, celebraciones que marcan la centralidad de nuestra Fe. Proclamaremos que Jesús Dios encarnado ha Resucitado. Pero realmente entendemos lo que ello significa o somos como los que multiplican memes de quédate en casa mientras estas en la calle. 

Veamos de manera sencilla las consecuencias de lo que estamos Anunciando. Si Jesús Resucito lo cual es Verdad y es el único que ha Resucitado y no muere más, queda claro que con su Resurrección firma y reafirma que todo lo dicho y mandado por Él es verdad. Los apóstoles nos lo dicen así: Lo que hemos visto y oido os lo damos a conocer. 

He ahí el problema, nosotros no creemos o creemos a nuestra manera. Por qué lo evidente lo maquillamos, lo endulzamos, lo diluimos, lo filtramos. No es claro que su Resurrección no es aparente?.  Acaso no tenemos una Cruz con un cuerpo Colgando y una multitud llorando, acaso no tenemos un Cuerpo glorioso apareciendo y mostrando sus manos y costado ?. 

He ahí la culpa del hombre negar lo evidente con miras a creer lo aparente. No se trata aquí de decir que esto lo deben creer las personas ignorantes o cortas de mente, lo evidente no se nos presenta como patrimonio de unos pocos lo evidente es realidad que nos golpea a todos. es lo que llamamos la experiencia de los sentidos, intenta negar durante unos cuantos segundos la plancha caliente en tu pecho. Sucede algo más y es que allí aparece su presencia real en la historia, ¿ acaso no hemos tenido tiempo en los cuales no nos haya dado una y otra vez aviso de que esta vivo? . Tantas pruebas de que esta vivo y aún no creemos. tanta ceguera y terquedad. 

Tenemos milagros, tenemos palabras, tenemos hechos, tenemos testimonios, tenemos su Presencia Eucarística , tenemos a María firma en letra pequeña de oro de que todo lo que él ha dicho es verdad. En términos más estrictos llamamos a eso Revelación Tradición y Magisterio. 

Que tercos somos. Pero si eso pasa en el ámbito de lo divino no puedo pasar por alto lo humano. Estamos viendo que la gente se muere por cientos, que los hospitales están colapsandos, que por las redes nos suplican quédate en casa, que esto es serio y aún vemos mareas de gente que niegan, que maquillan y justifican su estar en calle. Me duele en corazón, hablan de conspiraciones, hablan de vacunas, de remedios de hechicerías y brujerías. Que tontería. 

No es curioso que nos encontremos nuestras calles hoy llenas de gente so justificaciones de lo más inverosímiles, tercos del no me pasa nada pero olvidando que a otros sí les pasa. No es evidente ¿que la gente se muere?, Que hay un virus que esta matando?, que debemos obedecer? . 

Neguemos por un momento lo evidente. Es mentira que hay un virus, es mentira que debemos quedarnos en casa, es mentira lo que dicen en televisión, es mentira los millones de mensajes. Es mentira. Pero en unas semanas cuando empecemos a morir por cientos qué vas a decir? , a quién le echarás la culpa? Saldrás con el discurso mediocre y desabrido de justificaciones que nos harán llorar pero que ya no podrán resucitar a los muertos. 

Tengo claro que habrá la fila de los que dirán que sus necesidades son apremiantes, que hay hambre, que hay deudas, que hay.... pero será que nos vamos a dejar morir de hambre, qué no habrá solución para nuestras deudas, qué eso que llamas apremiante no tiene espera? .

Vivimos un tiempo fuerte. Pero los apremio a que miremos la historia, hemos pasado y ha pasado la humanidad catástrofes terribles, Pandemias, guerras, desastres, persecuciones y nunca hemos sido más prósperos que cuando nos unimos para salir a delante juntos. Mientras que sigamos pensado que nuestra felicidad y prosperidad esta basadas en el tener,  los cementerios estarán llenos de hombres ricos pero muertos, hombres elegantes y apuestos pero muertos, profesionales super calificados pero muertos. 

“No harán caso ni aunque resucite un muerto”.

Con Dios a golpe de sorpresas.